martes, 22 de febrero de 2011

Finanzas Personales: "Claves de Gestión" - Por Alejandro Gomez

Las finanzas no solo se aplican a las empresas, también, y como base, a las personas, que con finanzas sanas constituyen empresas sanas y sostenibles. A continuación algunos criterios para hacer eficiente el manejo de nuestros recursos:
1.- Viva, gaste y ahorre de acuerdo con sus posibilidades reales. Para esto debe conocer con precisión sus ingresos permanentes, ingresos extraordinarios, ingresos potenciales, basados todos en sus capacidades actuales y en desarrollo. Fije expectativas y consuma basado en los mismos y no en ilusiones. En la medida en que sus ingresos crezcan sostenidamente a lo largo de su vida usted podrá asumir mayores responsabilidades económicas y/o mejorar sus estándares de vida. No hay nada más lamentable que vivir aparentando y estar permanentemente al borde del colapso. No sólo afectará su reputación y posibilidades crediticias o de inversión futuras sino que además afectará su salud emocional y física mermando sus posibilidades de desarrollo integral. La austeridad entendida como vivir de acuerdo con sus posibilidades y con racionalidad financiera es una fuente de libertad, seguridad y una ventaja diferencial frente a potenciales socios crediticios o de negocios. El austero (que es muy diferente por tanto al avaro) es confiable porque siempre tiene reservas para sobrellevar (y aprovechar) los momentos difíciles. La austeridad tiene como lógica fundamental gastar bien. Gastar (invertir, incluso donar) en aquello que realmente sea necesario y que por tanto genere bienestar real. Este concepto es relativo al nivel y etapa de desarrollo económico de cada uno. Un carro de lujo por ejemplo será un gasto racional para algunos pero no para otros.
2.- Ahorre para situaciones de emergencia. Está vinculado con el anterior concepto de austeridad. Establezca un monto (si no puede en este momento propóngaselo como meta) de su ingreso como fondo de reserva para emergencias. Usted estará más tranquilo si sabe que cuenta con una reserva que le permita mantener su nivel de vida, incluidos pagos de deudas, por seis meses por lo menos, en situaciones críticas: cambio de empleo, problemas médicos o cualquier gasto inesperado en general. Tener un fondo de reserva además origina libertad y flexibilidad para tomar mejores decisiones profesionales y de inversión en general.
3.- Endéudese sólo para comprar activos mayores (una casa, un auto, un negocio). No es saludable endeudarse para compras menores ya que por lo general originan desórdenes inesperados y sobrecostos así como un círculo vicioso del cual no se puede salir fácilmente. Las compras menores deben ser pagadas con los ingresos recurrentes y/o con los ahorros de algunos meses o en todo caso en los momentos de ingresos altos (cuando se recibe un pago extra, una gratificación, un bono, utilidades, etc). Nunca queme salvo situaciones de emergencia real, su fondo de reserva. Y si lo tiene que usar para una emergencia repóngalo lo más rápido posible.
4.- Compare para endeudarse. Hay tasas muy competitivas hoy para compra de activos fijos. Asegúrese de que usted puede cumplir con tranquilidad con la cuota (o cuotas) y que entiende todos los componentes de la misma (intereses, comisiones, seguros, etc.). Dependiendo de sus ingresos la cuota debe ser equivalente a aquella parte de los mismos que no usa para el día a día y/o que utiliza para alquiler. Trate de mantener como máximo uno o dos préstamos vigentes a la vez ( por ejemplo uno para carro y uno para casa). La deuda no es mala. La deuda racional permite capitalizarse. Lo malo es el exceso de deuda con los riesgos y sobrecostos de todo tipo que conlleva.
5.- Ahorre en diferentes monedas pero endéudese en la que gane. El tipo de cambio ha tenido múltiples variaciones en los últimos años por diferentes factores. En el futuro y a largo plazo estas variaciones continuarán. Por ese motivo tenga ahorros en dólares y soles de tal manera que cuando el tipo de cambio suba usted se beneficie por la parte en dólares y cuando baje se beneficie por la parte en soles. La diversificación en este caso es fundamental para asegurar estabilidad y preservar su capital. Sin embargo en el caso de sus deudas no asuma riesgos. Endéudese en la moneda de sus ingresos y fije la tasa de interés y el plazo asegurando una cuota que usted pueda pagar sin apuros.
6.- Cuide su reputación como su principal activo. No asuma obligaciones financieras que no podrá cumplir con seguridad. La confianza se gana lentamente y se pierde rápidamente. Mantener un historial limpio le permitirá aprovechar oportunidades, desarrollar negocios y conseguir socios a largo plazo que valoren su seriedad y crezcan con usted. Si en algún momento tiene dificultades para cumplir una obligación financiera y no cuenta con el fondo de reserva recomendado, comuníquelo. Pida apoyo. Pida un plazo adicional realista desde el principio y ponga como argumento por delante su historial intachable. Los buenos banqueros y en general los buenos socios apoyan en los momentos difíciles a aquellos clientes que siempre dicen la verdad y actúan consecuentemente. No apoyan a los mentirosos, a los que evaden su responsabilidad o sus problemas o peor aún a los pícaros. La credibilidad y actuar sobre la base de sólidos valores es un muy buen negocio en el tiempo.
7.- Cuidado con el manejo de sus tarjetas de crédito. Son una excelente herramienta para controlar sus gastos, obtener beneficios adicionales, no cargar efectivo pero mal manejadas pueden ser el origen de un desorden financiero que escape a su control y una tentación permanente a vivir por encima de sus posibilidades reales. Maneje una o dos tarjetas y pague al vencimiento. Si cambia de tarjeta hágalo seguro de haber cancelado totalmente la anterior. No retire efectivo de la tarjeta salvo situaciones de emergencia mayores y si no tiene su fondo de reserva a la mano. Es muy costoso y además por lo general es el origen de los "carruseles" viciosos (pago una sacando de otra). Si ya está en un desorden insostenible vaya a cada uno de los bancos en los que mantiene saldos impagos y reestructure (pida un plazo adicional largo) sus deudas de tal manera de que sus cuotas se hagan pagables. Tenga cuidado en asegurarse de que los plazos sean los mismos en todos los bancos y además que la suma de las cuotas sea pagable por usted con sus ingresos corrientes. Mire bien además la tasa. Trate si es posible de centralizar todas sus deudas en problemas en una o dos instituciones. Luego de conseguir la reestructuración (que la conseguirá si tiene un buen historial y dice la verdad), NO vuelva a usar sus tarjetas hasta que no deba nada. Use mientras paga sus cuotas producto de la refinanciación sólo efectivo o su tarjeta de débito. Sea inmune a la publicidad que lo incita a consumir por encima de sus posibilidades reales ofreciéndole disfrute inmediato a cambio de incertidumbre en el futuro. Recuerde lo de la racionalidad y austeridad en el gasto.
8.- Invierta en lo que entiende. Si usted tiene excedentes nunca invierta sólo basado en consejos sin entender realmente la naturaleza y funcionamiento del instrumento de inversión o negocio y sus riesgos asociados. Si usted quiere invertir en instrumentos más sofisticados, capacítese. Recuerde que la gestión profesional es aquella que cuantifica y es consciente de las rentabilidades y riesgos y no sólo se basa en la intuición sino también en el conocimiento cabal.
Antes de invertir tenga claro su perfil, lo que busca, los riesgos que está dispuesto a asumir y el plazo que está dispuesto a esperar. Invierta su excedente y nunca el ingreso que requiere para subsistir o pagar sus deudas. Diversifique. La mejor forma de mitigar el riesgo es diversificando y no poniendo todos los huevos en la misma canasta.

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